Alicante

El barrio de Santa Cruz o barri de la Santa Creu es el casco antiguo de la ciudad, donde encontrarás multitud de rincones que merece la pena visitar. Debido a sus escaleras y pendientes, es preferible recorrerlo a pie, para conocerlo por completo y descubrir sus hermosas calles, llenas de encanto.

Además, en ella existe una animada oferta comercial y de ocio y se ubican espectaculares monumentos, como la ermita de la Santa Cruz, la concatedral de San Nicolás o el ayuntamiento, flanqueado por las ruinas de las murallas medievales.

Uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad son sus playas, de arenas blancas y aguas cristalinas y que cada año renuevan sus Banderas Azules, símbolo de calidad.

No dejes de descubrir las playas de San Juan, de la Almadraba, la del Postiguet y La Albufereta, así como las calas del Cabo de la Huerta y la Isla de Tabarca.

Con influencias valencianas y murcianas, entre otras, y basados en productos del mar y la montaña, los deliciosos platos alicantinos son un imprescindible que debes probar. Degusta un delicioso arroz a banda o una fideuá, así como una olleta alicantina o productos del mar como la sepia, el calamar o el pulpo. Tampoco debes dejar de probar las gachamigas o los dulces, entre los que destacan los reconocidos helados o turrones de la zona.

Alicante cuenta con extensas zonas verdes, perfectas para pasear y disfrutar de la naturaleza en paz y tranquilidad.

Te recomendamos visitar el Parque La Marjal, situado en la playa de San Juan, que cuenta con miradores desde los que contemplar la ciudad, y el Parque de la Ereta, donde pasear por sus preciosos senderos y disfrutar de sus maravillosas vistas.